LLega el otoño

Ya vamos por el noveno mes de este 2021, anus horribilus. 

En enero ha fallecido mi madre a causa del Covid, entre otras patologia. Una año muy duro, sobre todo para mi. He tirado de todo y todos los que he tenido a mi alrededor. Estuve contagiada por mi madre y encerrada en casa durante 19 días con sus noches. 

He visto todas las caras de la enfermedad, del dolor, de la soledad, del desamparo. He lidiado con todos mis monstruos, mis miedos, mis pesares. No quise entrar en modo rabia o de por qué a mi. Me quedé con Aceptación, era lo único que me quedaba. Estaba demasiado desolada y demasiado cansada como para buscarme más enemigos y luchar. Cada noche mis pensamientos se dirigían hacia: " Y si hubiese dicho, hecho, ido...." Y también pensé que aquel no era el camino. 

Cuidé de mis padres toda mi vida. Mi padre murió en mis brazos y mi madre sola en el hospital. No voy a entrar aquí tampoco, en si no me dejaron estar con ella, que si estaba sola, que el trato que recibían los enfermos Covid, que eran los grandes olvidados por el personal sanitario etc., etc., etc. He tenido oportunidad de averiguar, y saber, de la últimas horas de vida de mi madre pero decidí que no, que no quería saber más de sufrimiento y más a más del de mi propia madre.

Ya llega el otoño. En unos días me iré al Bierzo, a mi lugar de desconexión. Estaré 4 días y sé que vendré renovada. Espero volver allí siempre que las ganas y sobre todo la vida y las circunstancias me lo permitan. Viajaré con mi familia del Alma, esa otra familia que elegí. Veré y disfrutaré de otra gran amiga a la que no he visto desde hace casi tres años. Y la vida seguirá de una forma diferente pero seguirá. 

Hay grandes cambios, el mundo está convulso.Por momentos parece que todo se vuelve del revés, que vamos por un cambio positivo, y al momento, todo cambia. Espero tener vida, salud y mente abierta para que haya suficiente comprensión y saber en mi para seguir encajando todo. ¡Y amen! (no Amén)

Mi pueblo ya no late con el verano

Hoy, mi primer día de trabajo despues de las vacaciones, llego dando un paseo desde el garaje hasta casa. Son solo las 21:00 horas, lo sé porque acaban de sonar en el campanario de la iglesia, es el día primero de septiembre y aún hace calor en la calle y cual es mi sorpresa que no hay nadie por la calle, ¡nadie!. No se oyen niños jugando, no me cruzo con nadie, lo único que alcanzo a oír es el zumbido de los aires acondicionados, alguna conversación en alguna casa y poco más. Viviendo en el pueblo como se hecha de menos el griterio de los niños, las voces de los mayores, el sonido de un balón, las carreras con las bicis.... ¡Hay que ver como cambia todo, no sé si es a peor!

Quién no arriesga, no gana.

Estaba tratando de encontrar este blog, sabía que lo tenia pero no sabia llegar a él y por fin lo acabo de encontrar.
Me apetece mucho escribir y aunque no sé demasiado sobre este arte, he decidido compartir pensamientos y frases como lo hago en mi estado de WhastApp cada mañana de cada día.

"Quién no arriesga, no gana" La entrada de hoy se llama así por el hecho de que estoy pensando en las personas de mi alrededor que son en su mayoría mujeres y muy, muy valientes por lo que han hecho, por lo que han apostado, en ocasiones muy fuerte, y por hasta donde han llegado.
Veo y vivo junto a ellas lo felices que son aunque para conseguir lo que ahora les hace felices y hace que su vida sea el colmo de la alegría, aunque antes hayan derramado muchas lagrimas, pasado mucha rabia y rozar los infiernos, pero ahí están, ganaron.

Algunas de ellas han tenido hij@s. Algun@s de ell@s, de es@s hij@s han sido lo que se ha esperado de ell@s y otr@s no tanto, pero yo siempre les animo y les digo que l@s que no hemos sido l@s perfect@s y políticamente correct@s tampoco hemos salido tan mal.

Me gusta ver a mi gente feliz y disfrutar, que viajen con sus parejas, que disfruten de sus fines de semana románticos, que se amen, que se besen, que se abracen, que se atrevan.
Yo puedo decir que no me lancé, que me acobardé, que he pasado por mil y una pero sin moverme demasiado. Vivo la vida de ellas, de esas personas a las que tanto admiro por lo que han sido, y a día de hoy por lo que son. Por eso que como no arriesgué, no gane.

P.D.: Espero seguir escribiendo y hacerlo bien dentro de lo autodidacta que soy. Mañana más y mejor.

Tarde de otoño

Estoy en mi casa. Desde mi ventana veo un sol otoñal que lleva de regreso a mi infancia. Es una luz que me regresa a las tardes de mi infancia, a la salida del cole a las cinco, ese bocadillo para la merienda que solía ser pan con aceite y sal, y tal vez un vaso de leche "blanca". Sí, la definición blanca quería decir sin cacao o café simultaneo.
La tarde siempre era una sorpresa. A que huerto de alrededor del pueblo iríamos a comernos unas naranjas, coger una habas, o saltar una acequia..... Todo esto que no se enteraran tus padres.
Hecho de menos oír los gritos de los niños por las calles, armados de palos, piedras o cualquier otro proyectil, llegaban los chavales de los pueblos de alrededor y había que guardar y vigilar el terreno.
Caía el sol y había que recogerse en casa, hacer deberes, ayudar en casa, una ducha rápida y a dormir y a soñar bonito, a no ser que alguna de las travesuras hechas a lo largo del día te robara el sueño.
Qué tiempo tan bonito! Entonces yo sólo tenia 10 años y en nada cumpliré 53 otoñales años.
Me considero afortunada de haber trepado a los arboles, haber defendido una fortaleza, haber corrido delante o detrás de los "enemigos", haber vivido aquellos maravillosos años.

Hay momentos en la vida que tienes que poner freno, poner limite. Y este es mi momento, empiezo a tomar conciencia de que yo soy muy importante para mi, lo más importante. Me siento bien, me siento genial por momentos. Cada cual quién decidimos como queremos vivir. Pues eso, que cada cual viva su vida a su forma y manera. 
Seria muy injusto por mi parte guiar la vida de nadie, he llegado a esta conclusión hace nada, y es lo que deberia haber hecho hace mucho. Mi carga ahora es mas liviana, ligera cuanto apenas la siento sobre mis hombros y sobre mi espalda

A veces piensas que no tienes nadie con quien hablar, alguien con quién puedas hablar abiertamente de todo lo que te ocurre, de todo lo que haces, de todo lo que te interesa. Si más de uno/a de los que están a mi alrededor, inclusive mi familia, supiera con lo que estoy "dando el callo" ahora mismo, me mirarían con los ojos fuera de las órbitas y pensarían que se me ha ido la pinza. No me importa lo que piensen mi familia o amigos. 

Creo que sospechan que no soy demasiado normal, que digo/hago cosas que no están ni en los libros, bueno eso es lo que pueden pensar, pero estar están..... En libros, en vídeos, en webs etc., etc. 

Hoy mismo, estoy haciendo un seminario con una discípula de Fresia Castro sobre la activación de la glándula pineal, son dos días, hoy y mañana. Está resultando de lo más interesante

Semana Santa, semana extraña.

Nunca es suficiente, siempre necesitamos más, ¿de qué?. Lo que sea, cualquier cosa vale. Reír, llorar, comer , rezar, meditar, hablar, juzgar.... La lista podría ser infinita. Lo dejo aquí. Lees escuchas, oyes. Revientas tu cabeza, rellenas tu cerebro de información, de una información la cual no tenemos nada claro que nos sirva Ahora o en otro momento de nuestra existencia. No la necesitamos, esto es como un juego de niños, y los niños no creo que se entretengan a leer o martillearse la cabeza con estas cosas de mayores. Quiero y voy a ser niña el resto de mi vida en esta 3ª dimensión y si la experiencia me gusta voy a serlo en todas mis vidas, mis dimensiones y en mis reencarnaciones porque yo elijo. En la existencia de los humanos, de los Seres, de los Ángeles, de los Celestiales o lo elementales, todo es 5: Juego. Y por eso están/son felices, y yo también quiero y voy a ser feliz.